domingo, junio 03, 2007

Censura preliminar y capacidad de expresión.

Y de repente lo olvidás. Creés tener toda la capacidad de retener (no el pis, eso no sólo se aprende, sino que además se controla) digo… un pensamiento, una información.
Si ahí está, ahí la tengo. Y al instante, ya no.
Pues bien ... digo yo. Todo eso que tenías para decir… para sacar… para expresar o (como diría Freud) para vomitar, se fue al momento de olvidar la puta contraseña de acceso.

Y bueno… cada uno hace lo que puede… En mi caso ya dijo la psicóloga: “bastante bien saliste, por algo elegiste comunicación”; y ya lo pienso yo misma: cómo poner en palabras cuando lo que sucede lo excede.