Sinceramiento -con todas las letras-
Me di cuenta que quería escribir y no podía. Sabía cómo hacerlo, tantas veces la técnica traiciona que podría escribir un perfecto listado de normas (–Sí como mi mamá! Y qué?! ya lo traté en terapia!) pero ni un profundo sinsentido o dibujo mental bien elegante.
Es que a veces es la ilusión o la imagen ideal del “podría ser” lo que guía. Y, por supuesto, siempre queda a medio camino de lo posible. Ahí es en donde me pregunto si real es lo que querría, desearía, debería o lo que, simple y auténticamente, es.
Con lo cual dejé de cuestionarme para preguntarme, dejé interrogarme para indagarme y dejé de pensar que no podía, para escribir y que, al fin, fuera lo que fuera.
3 Comments:
perfecto
(nena!!! perfectoooo!!!!)
en serio.
Me parece bárbaro...
Saludos...
Impecable.
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